Turismo Deportivo

Turismo Deportivo ¿Será protagonista más allá de 2026?

El Turismo Deportivo ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, convirtiéndose en un componente esencial de la industria turística global. Según ONU Turismo, este segmento representa el 10% del gasto mundial en turismo y se proyecta un crecimiento del 17.5% entre 2023 y 2030. ​

Los grandes eventos deportivos, como los Juegos Olímpicos y la Copa Mundial de la FIFA, han demostrado ser catalizadores para el Turismo Deportivo. Por ejemplo, durante los Juegos Olímpicos de París, se registraron 11.2 millones de visitantes en la zona metropolitana, de los cuales 3.1 millones fueron turistas que pernoctaron en la ciudad. De estos turistas, el 55% eran internacionales. ​

En el caso de las Copas Mundiales de la FIFA, el impacto en el turismo varía según el país anfitrión. Alemania 2006 experimentó un aumento de más de dos millones de turistas internacionales, mientras que Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 vieron incrementos de poco más de un millón y 617 mil turistas, respectivamente.

Rusia 2018 tuvo un aumento de 161 mil turistas, y Catar 2022 registró cerca de dos millones adicionales, aunque este último incremento se atribuye en parte a la recuperación post-pandemia. ​

Turismo deportivo perspectivas para el Mundial 2026

La Copa Mundial de la FIFA 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá, presenta una oportunidad significativa para el Turismo Deportivo. Con la expansión a 48 equipos y 104 partidos, se espera una afluencia considerable de turistas. México albergará 13 partidos, incluyendo el inaugural en el Estadio Azteca el 11 de junio de 2026. ​

Sin embargo, es importante considerar que la mayoría de los partidos, incluyendo los cuartos de final, semifinales y la final, se jugarán en Estados Unidos. Esto podría significar que la mayor parte del turismo internacional se concentre en ese país, con una menor proporción de visitantes en México y Canadá. ​

Aunque el Turismo Deportivo muestra un crecimiento sostenido, su continuidad como protagonista más allá de 2026 dependerá de varios factores. La capacidad de los destinos para capitalizar los eventos deportivos mediante infraestructura adecuada, promoción efectiva y experiencias turísticas complementarias será crucial.​

Además, es esencial diversificar la oferta turística para atraer a diferentes segmentos de viajeros, no solo a los aficionados al deporte. La integración de elementos culturales, gastronómicos y naturales puede enriquecer la experiencia del turista deportivo y fomentar su regreso.​

Por otro lado, la competencia entre destinos para albergar eventos deportivos se intensifica, lo que requiere estrategias innovadoras y sostenibles para destacar en el mercado global.​

El Turismo Deportivo tiene el potencial de seguir siendo un actor clave en la industria turística más allá de 2026. Sin embargo, su éxito dependerá de la planificación estratégica, la inversión en infraestructura y la capacidad de ofrecer experiencias integrales que vayan más allá del evento deportivo en sí.​

Como observador y participante en la evolución del turismo, considero que es fundamental que los destinos adopten un enfoque holístico y sostenible para maximizar los beneficios del Turismo Deportivo. La colaboración entre sectores públicos y privados, así como la participación de las comunidades locales, será esencial para lograr este objetivo.​

Invito a los lectores a reflexionar sobre cómo el Turismo Deportivo puede contribuir al desarrollo económico y cultural de sus comunidades y a considerar formas de involucrarse en este dinámico sector.

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