Desde hace tiempo reflexiono sobre la dirección que tomará el turismo en la Ciudad de México. Hoy encuentro una respuesta clara: la sinergia entre Clara Brugada y Alejandra Frausto puede generar una transformación estructural en el sector.
Ambas funcionarias coinciden en una visión de largo alcance, con objetivos específicos y responsabilidades bien delimitadas. En esta columna argumento por qué considero que esta dupla será determinante para posicionar a la Ciudad de México como un destino clave a nivel mundial.
Para comenzar, el anuncio reciente de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, sobre la participación de la Ciudad de México en el Tianguis Turístico 2025 marca un antes y un después.
Según información oficial, la capital contará con un pabellón que incluirá 71 participantes, una góndola del Cablebús, recorrido virtual, trajineras, artesanías y exposiciones. Todo esto buscará representar la esencia de la ciudad.
Este planteamiento no ocurre de forma aislada. Brugada fue clara: el Tianguis Turístico es la antesala para el Mundial 2026. Su llamado a los sectores público y privado para prepararse colectivamente señala una intención de aprovechar el evento deportivo como plataforma para consolidar el turismo de la ciudad.
Además, la mandataria capitalina reveló que 58 millones de personas visitan la Ciudad de México cada año. El 70% proviene de territorio nacional y el 30% del extranjero. La derrama económica alcanzó 141 mil millones de pesos en 2024, con un crecimiento del 6.4% respecto a 2023. Esto generó más de 774 mil empleos.
Por ello, Brugada propuso realizar un encuentro después del Tianguis para recopilar 100 ideas innovadoras del sector turístico, con el fin de enriquecer la estrategia local. Además, convocó a las alcaldías a presentar productos turísticos anuales y a las dependencias capitalinas a reforzar la oferta en cada temporada vacacional.
Ciudad de México se alinea con una agenda cultural y turística integral
En este contexto, la intervención de Alejandra Frausto, secretaria federal de Cultura, cobra sentido. Aunque su cargo no pertenece directamente al ámbito turístico, su rol en la dimensión cultural de la estrategia es evidente.
Frausto confirmó que el Tianguis Turístico 2025 tendrá un carácter binacional. Además de realizarse en Rosarito, Baja California, también se llevarán a cabo actividades en San Diego, California. Esto abre una posibilidad de proyectar internacionalmente la oferta de la Ciudad de México.
Ella afirmó que el stand de la capital será uno de los más relevantes, al contener ofertas pensadas para compradores globales. Esta declaración confirma que existe una coordinación transversal entre los distintos niveles de gobierno.
También me parece significativo que la Dirección General del Instituto de Promoción Turística, encabezada por Jennie Shrem Serur, participe en esta estrategia. Ella sostuvo que el Tianguis Turístico 2025 permitirá fortalecer alianzas, abrir mercados y posicionar a las 16 alcaldías de la ciudad como destinos turísticos diferenciados.
Aunque esta dimensión suele pasar desapercibida, creo que el enfoque territorial puede tener efectos prácticos. Cada alcaldía posee elementos culturales, gastronómicos o históricos que pueden generar una narrativa turística más amplia.
En este momento, no basta con asistir a un evento promocional. La Ciudad de México enfrenta el desafío de ser sede del Mundial de Futbol 2026, junto a ciudades de Canadá y Estados Unidos.
Clara Brugada no lo omitió. Ella convocó a los distintos actores del turismo a “calentar motores” y a planear no sólo el recibimiento de visitantes, sino el posicionamiento de largo plazo. Su meta no es que las personas lleguen; es que regresen.
Me parece acertada esta visión. La ciudad tiene una ventana de oportunidad durante el Mundial, pero también una gran responsabilidad. El reto es ofrecer una experiencia integral que transforme la percepción internacional del destino.
Por eso, es necesario que los tres niveles de gobierno mantengan un mismo rumbo. Hasta ahora, la coordinación entre Brugada y Frausto parece indicar que existe ese objetivo común.
No obstante, me queda claro que los resultados dependerán de la implementación. Las estrategias anunciadas deben acompañarse de acciones en el terreno: promoción internacional, mejora de servicios turísticos, formación del personal y preservación del patrimonio.
Ciudad de México requiere una visión compartida entre sectores
Finalmente, el respaldo del sector privado ha sido explícito. Vicente Gutiérrez Camposeco, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco), aseguró que la capital es la ciudad más segura del país y que participará con fuerza en el Tianguis Turístico.
Aunque no puedo afirmar que esta visión sea compartida por todos, sí refleja un consenso sobre el papel central del turismo en la economía local. Él también recalcó que el Tianguis es el evento más importante para concretar ventas futuras de hoteles y servicios turísticos.
Este tipo de respaldos serán clave en los próximos meses. El gobierno de la Ciudad de México no puede asumir la tarea solo. Se requiere corresponsabilidad del sector privado, academia y organizaciones sociales.
El encuentro que propone Clara Brugada después del Tianguis podría funcionar como espacio para articular esa colaboración. Si se logran acuerdos concretos, podríamos hablar de una verdadera política pública con impacto medible.
Desde mi perspectiva, la sinergia entre Clara Brugada y Alejandra Frausto representa una oportunidad histórica. Por un lado, Brugada articula una visión turística basada en la economía y el desarrollo territorial.
Por otro lado, Frausto aporta una dimensión cultural y de proyección internacional que permite diversificar la estrategia.
Ambas han demostrado que el turismo no puede reducirse a la promoción, sino que debe vincularse con la infraestructura, la cultura y la gobernanza.
Por ello, considero fundamental seguir de cerca el desempeño de la Ciudad de México en el Tianguis Turístico 2025. Ese será el primer termómetro. El siguiente, sin duda, será el Mundial 2026.
Si te interesa conocer a fondo cómo esta alianza entre gobierno y cultura puede cambiar el rumbo del turismo en la capital, te invito a leer esta columna completa. El futuro de la Ciudad de México como destino internacional está en construcción.