Mexicana de Aviación anunció recientemente la suspensión de vuelos en ocho rutas nacionales. Este hecho plantea la pregunta: ¿era previsible este cierre? Desde mi perspectiva, las cifras y las decisiones operativas muestran un escenario que muchos podrían haber anticipado.
Las rutas afectadas, incluyendo Guadalajara, Acapulco e Ixtapa, dejan a muchos usuarios sin opciones. Sin embargo, los problemas estructurales que enfrenta la aerolínea ya habían dado pistas sobre su situación.
Factores operativos y financieros
Cuando Mexicana de Aviación reanudó operaciones bajo la dirección de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), se presentó con el objetivo de conectar ciudades desatendidas.
Con una inversión inicial de cuatro mil millones de pesos, se proyectó una flota de diez aviones Boeing. Sin embargo, los retrasos en la adquisición de aeronaves llevaron a la necesidad de alquilar aviones y usar algunos de la Fuerza Aérea Mexicana.
Este comienzo problemático no solo influyó en la eficiencia de las operaciones, sino también en las finanzas. En su primer año, la aerolínea registró pérdidas cercanas a mil millones de pesos.
La necesidad de subsidios anuales de alrededor de dos mil millones de pesos ya era un indicativo de que la sostenibilidad a largo plazo sería complicada.
Plan de adquisición y expectativas de crecimiento
A finales de 2024, Mexicana de Aviación anunció la compra de veinte aviones Embraer E2, cuya entrega comenzará en 2025. Aunque esta adquisición promete modernizar la flota, el calendario extendido sugiere que los retos operativos podrán persistir durante varios años.
Los directivos proyectan transportar tres millones de pasajeros anuales a partir de 2027, pero ¿es una estimación realista?
Las cifras actuales muestran siete mil 217 operaciones y más de seis millones de kilómetros recorridos en el primer año. Sin embargo, la demanda concentrada en rutas específicas, como Tijuana y Tulum, deja un margen limitado para expandirse hacia mercados menos rentables.
Problemas logísticos y decisiones clave
El cierre de rutas como Campeche, Villahermosa y Nuevo Laredo también apunta a una realidad inevitable: no todas las rutas son viables financieramente. Mexicana de Aviación se enfrenta al reto de equilibrar un modelo de bajo costo con la necesidad de rentabilidad.
Además, las expectativas generadas por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, quien promovió la aerolínea como una solución para ciudades pequeñas, pueden no alinearse con las realidades del mercado.
El plan de comenzar operaciones de carga es una respuesta a la necesidad de diversificar ingresos. Con un volumen inicial de 110 mil kilogramos transportados, se proyecta una participación de mercado del 3% en 2030. Aunque estas medidas buscan mejorar los resultados, no resuelven los problemas actuales.
Impacto en los usuarios
Los pasajeros afectados por la suspensión de rutas pueden solicitar reembolsos o cambios de itinerario. Mexicana de Aviación ofrece una compensación del 25% sobre el monto pagado y un código de descuento para futuras compras.
A continuación te dejo una liga dónde puedes hacer tu solicitud de reembolso por si eres una de las personas afectadas: https://goo.su/Nq6wEGi
La implementación de formularios en línea y la posibilidad de contacto directo muestran un esfuerzo por mitigar el daño reputacional.
Reflexión final
Para mi los cierres de rutas de Mexicana de Aviación eran predecibles. La combinación de problemas logísticos, dificultades financieras y expectativas desalineadas con la realidad del mercado pintan un panorama claro.
Es fundamental que las decisiones futuras se basen en datos sólidos y un enfoque sostenible para evitar un impacto mayor en los usuarios y en el sector.