Recién se confirmó que México será el país socio de la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en 2026. La noticia fue anunciada desde Madrid por la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, quien destacó los beneficios de esta participación.
Sin embargo, en mi opinión, este anuncio llega en un momento que invita a reflexionar sobre las decisiones del gobierno respecto al turismo.
El papel de FITUR como escaparate mundial
FITUR es uno de los eventos turísticos más importantes del mundo, con la participación de más de 150 países y alrededor de 250 mil asistentes, entre profesionales y visitantes. Ser el país socio de esta feria representa una posición privilegiada para promocionar atractivos turísticos.
México, con su diversidad cultural, natural y gastronómica, tiene mucho que ofrecer. Pero, ¿realmente estamos preparados para aprovechar esta plataforma?
La Sectur estima que el Producto Interno Bruto Turístico (PIBT) alcanzó los 2.6 billones de pesos en 2023, un aumento del 4.4% respecto al año anterior.
Sin embargo, este crecimiento contrasta con las decisiones controvertidas que han afectado al sector en los últimos años. Por ejemplo, la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) ha dejado un vacío en las estrategias de promoción internacional.
Las dudas sobre el «país socio»
En ediciones anteriores, México destacó en FITUR con el pabellón más grande de América. Este espacio recibió más de 5 mil integrantes del sector turístico internacional, especialmente del mercado europeo. Sin embargo, hay cuestionamientos sobre la elección del momento para ser país socio.
La secretaria Rodríguez Zamora destacó que esta participación se alineará con la promoción de la Copa Mundial de la FIFA 2026, que también tendrá lugar en México, Estados Unidos y Canadá. Aunque esta coincidencia puede parecer estratégica, también genera incertidumbre.
La remodelación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para el Mundial costará 8 mil millones de pesos, un gasto que podría haberse evitado si no se hubiera cancelado el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Además, el reciente impuesto de 42 dólares a cruceristas, aprobado por el gobierno actual, podría disuadir a los turistas de incluir a México en sus rutas. Estas decisiones podrían impactar negativamente la percepción del país en eventos como FITUR.
Problemas internos que opacan la promoción
La inseguridad es otro tema que no puede ignorarse. Los episodios recientes, como el cobro de piso denunciado en una playa del estado de Quintana Roo, generan desconfianza entre los turistas.
La ausencia de estrategias claras para abordar estos problemas podría afectar la imagen de México como destino seguro.
A esto se suma la falta de regulación en plataformas como Airbnb y servicios de transporte. Estas plataformas han generado conflictos con operadores locales, lo que refleja una falta de planeación y regulación.
Aunque la secretaria Rodríguez Zamora mencionó un «turismo social, comunitario y competitivo», no se han presentado iniciativas concretas que respalden estas palabras.
El contexto internacional
Mientras México lucha con problemas internos, otros países invierten en promocionar sus destinos. Por ejemplo, España ha consolidado su lugar como uno de los líderes mundiales en turismo gracias a estrategias de promoción robustas y consistentes.
En contraste, México ha enfrentado escándalos como el fraude en VisitMexico.com, lo que ha dañado su credibilidad.
La alianza con IFEMA para FITUR 2026 podría ser una oportunidad para cambiar esta narrativa, pero requiere de una estrategia clara y coordinada. Sin un plan a largo plazo, esta participación podría quedarse en una oportunidad desaprovechada.
Reflexiones finales de México como país socio de FITUR
Convertirse en país socio de FITUR 2026 es un logro que no debe tomarse a la ligera. Sin embargo, también es un recordatorio de los desafíos que enfrenta el sector turístico en México.
Las inversiones mal planeadas, la inseguridad y la falta de estrategias claras podrían opacar los beneficios de esta participación.
El turismo es una de las principales fuentes de ingresos para el país, pero necesita decisiones informadas y coordinadas. Si queremos que esta oportunidad sea un éxito, debemos aprender de nuestros errores y priorizar el bienestar de toda la cadena de valor turística.
Espero que esta vez no se encuentren contratiempos para aprovechar el escenario que ofrece FITUR como país socio.