La expansión de la conectividad aérea en México ha sido notable en los últimos años, con la apertura de nuevas rutas nacionales e internacionales. Este crecimiento plantea la pregunta: ¿es resultado de políticas gubernamentales efectivas o del dinamismo de las aerolíneas privadas? Analizar esta dualidad es esencial para comprender el panorama actual y futuro del transporte aéreo en el país.
Durante el Tianguis Turístico 2025, se anunciaron 35 nuevas rutas aéreas, destacando la participación de aerolíneas como Viva Aerobus, Volaris y Aeroméxico. Estas nuevas conexiones incluyen destinos nacionales e internacionales, fortaleciendo la red aérea del país.
Por ejemplo, Viva Aerobus presentó 11 nuevas rutas desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), mientras que Volaris anunció 18 nuevas rutas, incluyendo conexiones con Estados Unidos y Costa Rica. Aeroméxico, por su parte, amplió su oferta con vuelos a Punta Cana, Panamá, Filadelfia y Cali, alcanzando un total de 118 rutas. Estos movimientos reflejan un esfuerzo conjunto por mejorar la conectividad y fomentar el turismo.
Desafíos financieros en el sector aéreo
A pesar del aumento en rutas y pasajeros, algunas aerolíneas enfrentan retos económicos significativos. La aerolínea estatal Mexicana, por ejemplo, registró pérdidas por más de 932 millones de pesos en sus primeros tres trimestres de operación.
Aunque transportó 382,000 pasajeros, los ingresos generados no cubrieron los costos operativos, evidenciando la complejidad de mantener una aerolínea rentable en el mercado actual. Este caso destaca la necesidad de estrategias sostenibles y eficientes en la gestión de las compañías aéreas.
El gobierno mexicano ha implementado diversas acciones para fortalecer la conectividad aérea. La Secretaría de Turismo, liderada por Josefina Rodríguez Zamora, ha promovido la apertura de nuevas rutas y la modernización de infraestructuras aeroportuarias.
Además, la recuperación de la Categoría 1 en seguridad aérea ha permitido a las aerolíneas mexicanas expandir sus operaciones internacionales. Estas medidas buscan posicionar a México como un hub aéreo competitivo en la región.
A pesar de los esfuerzos, existen desafíos que limitan el pleno aprovechamiento de la conectividad aérea. El AIFA, inaugurado en 2022, ha experimentado un crecimiento en pasajeros, alcanzando 6.3 millones en 2024. Sin embargo, aún enfrenta retos logísticos y de accesibilidad que impiden alcanzar su máximo potencial.
Por otro lado, las rutas hacia Asia no han crecido al ritmo esperado, con solo 124,000 pasajeros viajando entre México y Asia en 2024, lo que representa una proporción menor en comparación con otros mercados internacionales.
Beneficios económicos de una mayor conectividad aérea
La expansión de la conectividad aérea ha tenido un impacto positivo en la economía mexicana. En 2024, México recibió 45 millones de turistas internacionales, generando una derrama económica de 32,956 millones de dólares. Este crecimiento beneficia a sectores clave como el hotelero, gastronómico y comercial. Además, la diversificación de rutas permite el desarrollo de destinos emergentes, promoviendo una distribución más equitativa de los beneficios del turismo en el país.
El crecimiento de la conectividad aérea en México es el resultado de un esfuerzo conjunto entre el gobierno y las aerolíneas. Si bien se han logrado avances significativos, es esencial abordar los desafíos existentes para garantizar una expansión sostenible y equitativa. La colaboración continua entre el sector público y privado será clave para consolidar a México como un referente en conectividad aérea en la región.
Te invitamos a seguir explorando cómo la conectividad aérea transforma el panorama turístico y económico de México. Comparte esta nota y participa en el debate sobre el futuro del transporte aéreo en el país.