La llegada de Donald Trump al gobierno de los Estados Unidos presenta un panorama de potenciales transformaciones en la política regulatoria de viajes de manera interna y también a destinos como México.
Durante su administración, se podrían reconsiderar aspectos como las protecciones para los viajeros aéreos, las políticas de visas que afectan a trabajadores del sector turístico y los subsidios para combustibles sostenibles en aviación.
Donald Trump y el turismo: Perspectiva económica
El sector turístico contribuye con un 2,97 % al PIB de Estados Unidos y genera 9,5 millones de empleos. En 2023, cerca de 66,5 millones de turistas internacionales visitaron el país, representando el 5,1 % del turismo global.
Estados Unidos lidera los ingresos mundiales por turismo, alcanzando aproximadamente 225 mil millones de dólares. La mayoría de los viajes realizados por estadounidenses, un 68 %, se quedan dentro de las fronteras, con destinos principales como Hawái, Las Vegas y Nueva York.
El turismo interno podría beneficiarse bajo una administración que promueva el orgullo nacional, con una previsión de crecimiento del 3 % anual. Se espera que en 2030 el turismo doméstico represente el 70 % de los ingresos del sector.
Políticas migratorias y turismo
Donald Trump también genera debate sobre las políticas migratorias. Su promesa de realizar una operación masiva de deportaciones y finalizar el muro fronterizo con México podría reducir no solo la inmigración, sino también la entrada de turistas.
Las restricciones impuestas a ciudadanos de países musulmanes durante su primer mandato podrían regresar y ampliarse, limitando la emisión de visados y afectando a turistas, estudiantes y viajeros de negocios.
Estas restricciones podrían llevar a los visitantes internacionales a optar por destinos con menores barreras de acceso, afectando la competitividad del turismo estadounidense en el mercado global.
Alertas de viaje y medidas de seguridad
La administración Trump podría endurecer las políticas del Departamento de Estado, lo que aumentaría las alertas de viaje hacia México. Estas alertas se volverán más frecuentes y restrictivas, afectando la percepción de seguridad del país.
Por ello, es necesario establecer una agenda productiva con el Departamento de Estado para gestionar mejor estos riesgos.
Además, los medios de comunicación conservadores ganarán influencia bajo la nueva administración. Por lo que México enfrentará noticias negativas enfocadas en violencia y terrorismo, lo que podría desincentivar a los turistas estadounidenses.
Trabajar de manera efectiva con estos medios será fundamental para contrarrestar la desinformación.
Los cruceros y las tarifas portuarias
El sector de cruceros podría beneficiarse del apoyo de Donald Trump. La tarifa de 42 dólares por Derecho de No Residente (DNR) para viajeros en puertos mexicanos, cuya aplicación fue diferida hasta julio, es un punto relevante.
Las líneas de cruceros, con sólidos vínculos con la administración y fuerte presencia en Florida, aprovecharán su influencia para obtener ventajas.
Ley Real ID y sus implicaciones
A partir de mayo, la implementación de la Ley Real ID promovida por Donald Trump, afectará a los viajeros. Los ciudadanos estadounidenses deberán presentar una identificación aceptada por el gobierno para abordar vuelos o cruzar fronteras.
Este requisito, que incluye una licencia oficial o pasaporte, podría impactar el turismo debido a las mayores restricciones de movilidad.
Oportunidades y turismo europeo
Los cambios en los requisitos de viaje para estadounidenses que deseen visitar Europa podrían beneficiar a México. La necesidad de una visa para ingresar a países europeos podría redirigir turistas hacia destinos mexicanos.
De enero a noviembre, 12.2 millones de estadounidenses llegaron a México por vía aérea, consolidándose como el principal mercado emisor.
La relación entre Donald Trump y el turismo plantea riesgos y oportunidades para México. Una estrategia de promoción sólida, junto con la gestión eficaz de crisis, será clave para mantener el flujo turístico.
Las alianzas con medios, el sector privado y entidades gubernamentales fortalecerán la resiliencia del turismo mexicano ante estos desafíos.
La colaboración público-privada será esencial para superar barreras del gobierno de Donald Trump y aprovechar oportunidades, garantizando que Estados Unidos mantenga su posición como uno de los destinos emisores más importantes para México.