La presentación del Plan México marca un momento decisivo para el futuro económico del país. Este ambicioso proyecto, liderado por Claudia Sheinbaum, propone una transformación de las estructuras productivas mediante la industrialización, la integración regional y la sostenibilidad.
Entre las diversas áreas abordadas, el turismo se perfila como uno de los sectores clave para alcanzar las metas planteadas. En esta columna, argumentaré por qué el turismo desempeñará un papel central en este plan y cómo podría transformar a México en una de las economías más fuertes del mundo.
El plan México y la apuesta por el turismo
Sheinbaum ha destacado que uno de los objetivos del Plan México es posicionar al país entre las cinco naciones más visitadas del mundo. Según la Organización Mundial del Turismo, en 2022, México ocupó el noveno lugar.
Este sector, por tanto, tiene un amplio potencial de crecimiento. La estrategia requiere inversiones significativas en infraestructura y políticas que faciliten la movilidad interna y el acceso a destinos.
De acuerdo con Sheinbaum, el Plan México propone una inversión mixta en infraestructura, con proyectos como la construcción de trenes de pasajeros, carreteras y aeropuertos. Este tipo de iniciativas no solo mejorará el transporte, sino que también dinamizará las economías locales.
Por ejemplo, el Istmo de Tehuantepec se contempla como uno de los principales polos de desarrollo. Estas inversiones podrán integrar mejor las regiones turísticas y conectar zonas poco accesibles con los principales mercados.
Sin embargo, no se ha explicado cómo se garantizará que estas inversiones efectivamente impulsen la conectividad turística de manera inclusiva y sostenible. ¿Qué mecanismos de seguimiento y evaluación se implementarán para asegurar su éxito?
Inversión y creación de empleos en turismo
El turismo genera empleo y puede convertirse en una fuente importante de bienestar para las comunidades.
El Plan México pretende crear 1.5 millones de empleos adicionales. Este crecimiento incluye sectores como la manufactura y los servicios relacionados con el turismo. La capacitación de la fuerza laboral también es una prioridad.
Se espera que cada año se formen 150,000 nuevos profesionales y técnicos, quienes podrían especializarse en industrias vinculadas al turismo sostenible y de alta tecnología.
Un aspecto fundamental del Plan México es el Decreto de Relocalización, que ofrecerá deducciones fiscales a empresas que inviertan en capacitación.
Esta medida podría estimular la creación de empleos mejor remunerados en servicios turísticos. La colaboración con instituciones de investigación y educación mejorará la calidad de los servicios ofrecidos.
Sin embargo, es necesario cuestionar cómo se medirán los resultados de esta capacitación y si existen planes claros para conectar a estos nuevos profesionales con oportunidades de empleo en las regiones turísticas más necesitadas.
Sustitución de Importaciones y Productos Hechos en México
La relocalización de la producción también influirá en el turismo. Al promover la marca «Hecho en México», el Plan México busca que el 50% de la proveeduría y consumo nacional provengan de fuentes locales.
Esto no solo fortalecerá el mercado interno, sino que también impulsará el turismo gastronómico y artesanal.
Históricamente, la sustitución de importaciones generó un auge económico conocido como el «milagro mexicano». Hoy, revitalizar este enfoque podría diversificar la oferta turística al incluir productos y servicios con mayor valor agregado.
Esto, a su vez, aumentará el atractivo de México para turistas interesados en experiencias auténticas.
No obstante, ¿Cómo se planea asegurar la competitividad de estos productos en un mercado turístico globalizado? La falta de un esquema detallado sobre la logística y promoción deja espacio para dudas sobre su implementación efectiva.
Desafíos y Oportunidades
Algunos de los retos incluyen la necesidad de mejorar la seguridad y garantizar una conectividad eficiente.
Además, la simplificación de trámites prometida por el Plan México podría facilitar las inversiones en nuevos desarrollos turísticos. La Ley Nacional de Digitalización y Simplificación de Trámites podría acelerar la implementación de proyectos.
Sin embargo, el turismo también enfrenta incertidumbre global. La colaboración regional y la diversificación de mercados son esenciales para mitigar riesgos. Al enfocarse en un crecimiento sostenible y regional, el Plan México podría brindar estabilidad.
Pero es importante preguntar: ¿Cuál es la estrategia específica para hacer frente a los riesgos externos y fomentar la resiliencia del sector turístico en tiempos de crisis internacionales?
Finalmente, el turismo ocupa un lugar central en el Plan México. Con inversiones dirigidas, simplificación administrativa y una mayor integración regional, México podría convertirse en uno de los cinco destinos más visitados del mundo.
Esta visión de desarrollo económico representa una oportunidad para transformar al país y mejorar la calidad de vida de millones de personas. Sin embargo, sin claridad sobre cómo se ejecutarán muchas de las iniciativas, quedan interrogantes clave sobre su viabilidad a largo plazo.
